El objetivo central de un invernadero es controlar el microclima interno. Básicamente, en la construcción se utilizan lonas de hierro y plástico. Las lonas de invernadero ayudan a mantener el calor y la humedad, a acelerar el tiempo de producción de las plántulas y a protegerlas de los daños causados ​​por fenómenos naturales.

Destinadas a cultivos que necesitan una alta intensidad de luz, estas lonas son muy importantes para mantener la calidad y el rendimiento de una plantación.